martes, 2 de febrero de 2010

Como una flor


- ¿Por qué deshojas una margarita?

- Hoy no sé a qué aferrarme, es que la vida me pone a prueba. A mi corta edad y encerrada, equivocadamente en este asqueroso cuerpo.

- Pero, ¿qué dices? no seas boba con lo guapa que eres... toda una mujer, vaya.

- Si... pues... a mi... , a mi me gustan las guapAS, ¿sabes? pero no mi cuerpo.

- ... (Silencio insoportable, que castiga, sentenciador...).

- Déjalo, tú no lo entenderás, eres como el resto. Me criticas, pero me da igual gritarlo a los cuatro vientos, este no es mi cuerpo, ni el sexo acertado. Vengo aqui porque me siento como una flor embrutecida, salvaje pero delicada, bella pero provocador. Y sobre todo suave y libre ondeando al son del viento.


Qué más da si se trata de él o ella...

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