lunes, 15 de marzo de 2010

Buenos días princesa.

Hacía tiempo que no tenía esa sensación. Esa tarde tuvo mariposas en el estómago. Su móvil se iluminó, era ÉL.

- ¿Dormimos juntos esta noche?

Una enorme sonrisa se dibujó en su cara de niña buena. Las ideas se amontonaban y su lengua se enredaba buscando una explicación que dar en casa.

- Me voy a tomar algo con los amigos, no duermo en casa me quedo con Paula.- Soltó torpemente y se perdió en la oscuridad.

Mochila en mano, vacía pero llena de ganas que se convirtirían en dulces recuerdos que enmarcar, se echó a la calle.

Por fin, divisó su coche.

Las distancias se acortaban, los deseos crecían, la edad no importaba.

Todo perdió el sentido cuando se encontró rodeada por sus brazos, su olor le impregnaba cada milímetro del cuerpo. Las gélidas sábanas ahora eran mantos de lava estorbando, cero distancias, cero kms, en su reino solos los dos, les sobraba todo lo demás.

Se encerró junto a él en esos escasos 4 metros cuadrados, él y ella, y tiró la llave.

Deseó detener el tiempo en ese mismo instante, le abrazó y escuchando la dulce canción que salía de su pecho se quedó dormida. Pum-pum, Pum-pum...

Amanece el día, la luz le da de lleno en la cara haciéndola cosquillas, abre los ojos, le mira, "duerme plácidamente", y se ríe.

Se acurruca esta vez pegada a él cual lapa, el calor de su cuerpo le empapa. ÉL, aún con los ojos cerrados sonrie, abre uno y le susurra: BUENOS DÍAS PRINCESA.


Tumbada en la cama recuerda y sonríe. Aún puede notar su respiración soplando a su lado, su calor su olor...

Abre el neceser, se encuentra una nota...

- Eres PRECIOSA, me encantas. Fdo: Rubén.

Sonríe embobada, la abraza y se duerme.




2 comentarios:

  1. Genial!! es un dulce y a la vez frágil relato. Me gusta esa sensación de que en cualquier momento pueda romperse. Amando, se crece.

    Besos redondos

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  2. Sabes que te mereces esto y mucho más no?
    mi niña... :)
    te quiero!

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