domingo, 16 de mayo de 2010

Dos en uno- Uno en dos



Hacía tiempo había dejado de escribir, de abrirse al exterior, de mostrar su débil y traslúcida piel a los rayos del sol. Pero decidió volver, salir del cascarón, ha resucitado de la nada.

Cual vampiresa salió ese día a regañadientes y donde menos se lo esperaba topó con él. ¡Jodido amor! pensó, esta vez no me engañarás...
Fue profundizando en sus entrañas sin que ella se diera cuenta, desbancando el olvido, ya no necesita el manual del mismo, sólo quedan cenizas.
Y sopló ayudándola a limpiarse de toda esa mierda, saliendo a flote su luz, su resplandor.
Se cegó, le cegó... y ahora ciegos los dos, NO ven nada. Sus sentidos se agudizan, dejándose llevar sin ver el peligro se enredan en sábanas impolutas e impregnadas de sus ganas manchándolas de sexo, deseos, caricias interminables...
La cama llena de todo y vacía de nada.
Vuelve a la infancia, coge esos lápices de colores que dejó aparcados un día y colorea, esta vez no tiene goma de borrar.
Saca la niña que tiene dentro despojándose de toda responsabilidad, se coge de su mano, aprende a andar y se cuelga de su voz, sin miedo, sin mirar atrás, pisando firme y sobre asfalto.

1 comentario:

  1. Ojalá esta entrada sea autobiográfica y seas dueña de esa felicidad.
    Intensa y bella entrada, como siempre.

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