sábado, 5 de septiembre de 2009

Diario de una suicida

Un día más me despierto con la humedad de mis sábanas, las lágrimas han bailado durante toda la noche a sus anchas por mis mejillas…

Ya no podía soportarlo, el nudo era tal que me costaba incluso respirar.
Todo mi alrededor es un auténtico huracán sin cese, ya nada puede pararlo y quizás no deba empeñarme en ir más despacio, simplemente he de dejarme llevar…

Ahora el cielo está cubierto de nubes, pero no tardará en salir de nuevo el sol y abrirse un hueco en mi vida.

Este tiempo malo, pero útil, me servirá para aprender, y es que lo más importante es comprender que son momentos difíciles, incluso temerosos para nosotros pero si los observamos detenidamente nos damos cuenta de que no son tan peligrosos como los pintamos. Pretenden enseñarnos la realidad de la vida, y es que sin ellos todo sería tan sencillo…

De mi corta vida no guardo más que un pequeño saquito de recuerdos, y la mayoría son felices aunque con el paso del tiempo la traición y el desengaño se han abierto paso.

Siempre fui inocente, indefensa, tierna, cariñosa, amable, sonriente… la felicidad personificada. Nada podía ir mejor cuando le conocí sin embargo, sólo éramos yo y mi ignorancia.

La realidad dejaba mucho que desear, y la verdad no tardo en salir. Es entonces cuando mi vida dio un brusco giro de 180º en el cual la debilidad y la indefensión se duplicaron lo que les sirvió para seguir aún más con el daño.

El dolor poco a poco se abría mella a su paso, estaba acomodado a mi lado día a día aunque yo no era consciente de ello, la oscura venda que me tapaba los ojos no quería dejarme sufrir.

Ahora… después de dos años, la realidad, su realidad, ha podido conmigo. Quedó rezagada la confianza y credulidad al ser adelantadas por la traición y decepción que venían de mano de ese hombro que pensabas tener.
Esa persona con la que habías labrado felices momentos, que ahora no son más que imágenes encerradas en papel, y muchos, ni eso…

Debemos aprender; dejar de lado ese agujerito, que creamos durante el invierno para seguir tan de cerca esa vida de la que estábamos tan pendientes, mientras descuidábamos la nuestra; y es que la vida sigue, su vida sigue, sin tenerte en cuenta, mientras la tuya, descuidada por completo, se pasa sin sentido.

Lo importante es estar tú contigo…

1 comentario:

  1. Nena... no tienes que estar triste.Tú tienes que tirar adelante, porque todo cambiará... =)
    Los recuerdos nos dejan enganchadas en el pasado, y eso no puede ser así.
    Yo no voy a mirar más hacia atrás.¿tú? Tú tampoco eh...

    un beso mi niña!

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